martes, 11 de julio de 2017

Dodecálogo de un docente (de matemáticas)


Dodecálogo de un docente (de matemáticas). Al menos lo intenté

6 de julio de 2017


Luis Balbuena Castellano. Opinión en La Provincia: Diario de las Palmas
Cuando quedan justo 10 días para que de comienzo el VIII CIBEM en Madrid reproducimos el articulo que el promotor de estos Congresos ha publicado el 3 de junio y que nos parece esencial su difusión entre los que estaremos en el Congreso así como con el resto del profesorado (sea o no de matemática).




Cómo se accedía a profesor de secundaria? En casi todos los casos, se hacía la licenciatura en la Universidad y, tras superar una oposición de dudosa eficacia didáctica, nos veíamos en un aula con grupos de estudiantes a los que había que enseñar y conseguir que aprendieran. ¿Con qué metodología, materiales o recursos didácticos? Silencio del sistema y soledad para responder. Pero era imprescindible encontrar respuesta. ¿Cómo? Pues a base de practicar e ir afinando nuestros métodos, pruebas, actitudes, etc. Ese ha sido mi caso y el de muchos otros. Solo puedo decir ahora que al menos lo intenté.

He tratado de sintetizar en este dodecálogo algunos principios. Los aporto y comento brevemente, sin dogmatismo. Mi autoridad en este momento solo está avalada por dos detalles: los años y un ejercicio responsable y comprometido de la docencia. El orden de presentación no responde a ningún criterio jerárquico.

1.- Trabaja con ilusión. Y que el alumnado lo note. Debemos enamorarnos ciegamente de nuestro trabajo de manera que conforme pasen los cursos nos sintamos más identificados con lo que hacemos y, en consecuencia, nos guste más. Lo que hacemos: trasmitir conocimientos, valores y actitudes, tiene una enorme repercusión. No es un tópico. Por eso, una de las peores cosas que nos puede pasar es entrar en una fase de trabajo rutinario.


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